Medikuaren eguna ospatuko dugu aurten urriaren 21ean Gipuzkoako Sendagileen Elkargo Ofizialean ekitaldi berezi batekin. Batetik, Fundazioak 2016ko Kooperazio eta garapenerako laguntzen diplomak banatuko ditu. Bestetik, María del Carmen Martínez de Ubago Aguado doktorea Ohorezko Elkargokide izendatuko da eta aurtengo gainerako elkargokide omenduei ere diplomak emango zaizkie ere. 

Se acerca el momento en el que celebramos el día del médico, este año el 21 de Octubre. Ese día se ha organizado un acto en el colegio, en el que tras una conferencia de nuestro compañero Daniel Zulaica, haremos entrega de las ayudas a la cooperación, así como los tradicionales nombramientos de Médicos Honoríficos, y de Colegiada de Honor, que  en esta ocasión se concede a Dña. María del Carmen Martínez de Ubago Aguado.

En este día para nosotros de celebración, debemos recordar algunos aspectos relacionados con nuestra profesión, como la ética, la moral, el respeto  entre los profesionales, el respeto a  los pacientes, a sus decisiones, y su derecho a la información. Debemos recordar a su vez, la necesidad de potenciar nuestra formación de forma constante en estos tiempos de grandes y rápidos avances tecnológicos, tanto diagnósticos como terapéuticos. Todo ello con un objetivo final que no es otro que el de hacer las cosas bien, uniendo lo científico y lo humano, para alcanzar una actuación sobre nuestros pacientes, que podamos definir como excelente.

Una vez más viene a cuento recordar que en los estatutos del colegio se detalla como objetivo el cuidar de la salud de los ciudadanos, además de todo lo referente a la regulación de la profesión médica. Para cumplir este objetivo es por lo que los colegios de médicos iniciamos la validación periódica de la colegiación, y la recertificación. Ambas son formas de garantizar a la población y al sistema de salud que nuestra situación y formación son acordes a lo que debemos esperar de los profesionales de la medicina.

Debemos ser muy cuidadosos con lo que tenemos entre manos. En el seno de los sistemas de salud, y especialmente en los hospitales, nace la tendencia a organizar la asistencia de forma dispersa, y a veces casi aleatoria. La consecuencia inmediata de este fenómeno es que la responsabilidad sobre el devenir de cada paciente pasa a ser colectiva, no individual. El paciente deja de tener un referente clínico que asuma la situación en su conjunto. La responsabilidad se diluye, la calidad se resiente, y aparece el desorden y fallos en la atención que los protocolos no solucionan.

Para terminar, deseo felicitaros a todos los colegiados, y no solo por la celebración mencionada, sino por la dedicación y profesionalidad que demostráis año tras año. No es extraño que seamos objeto de aprecio y admiración generales por parte de nuestros conciudadanos. Es muy frecuente que nuestros hijos deseen ser médicos, y muchos jóvenes escojan la medicina como una de las profesiones más complejas, pero también más gratificantes y mejor consideradas. 

Manuel García Bengoechea, Presidente del Colegio