Medikuen Ahotsa

José Manuel González de Suso Janariz «Nuestro máximo objetivo es evitar la lesión»

Entrevistas

Siempre quiso orientar su formación al trabajo con deportistas. José Manuel González de Suso (Las Palmas de Gran Canaria, 1960) llegó a la Real Sociedad en 2002 y desde 2008 es el responsable de su servicio médico.

¿Cómo es su día a día?

Convivimos con los jugadores y cuerpo técnico tanto en los entrenamientos como en la competición. Todos los días tenemos actividad, principalmente hacemos una visita a los jugadores que tienen lesiones o se encuen­tran enfermos, valoramos su progreso para determinar si se encuentran en condiciones de participar en el tra­bajo del grupo o, por el contrario, si deben seguir con el trabajo de recuperación que tienen específicamente diseñado para cada dolencia. El diseño de la instalación, que nos permite un contacto directo con todos los juga­dores, facilita la relación con todos ellos para saber si han descansado bien o existe alguna novedad que lo haya impedido. Tras estas consultas, orientamos su programa diario. Luego estamos pendientes de las incidencias que se produzcan durante la actividad deportiva, valoramos como han percibido la intensidad del entrenamiento o competición y organizamos la ración de recuperación para facilitar la adaptación al esfuerzo realizado.

¿Usted viaja siempre con el equipo?

Estamos obligados a hacerlo casi cada 15 días, y en fun­ción de que tengamos competiciones entre semana también tenemos que aumentar el número de despla­zamientos. Yo, desde que soy médico del primer equipo, estoy presente durante todos los entrenamientos y com­peticiones del equipo.

Están ya, por tanto, inmersos en la nueva temporada.

Sí, desde el 4 de julio hemos iniciado los entrenamien­tos. En breve [la entrevista se realizó en agosto] se inicia la competición y se trata de realizar unas 6-7 semanas de preparación que permitan afrontar la competición en buenas condiciones.

¿El descanso de los jugadores influye en el trabajo de los médicos?

La pretemporada para nosotros suele ser un momen­to crítico. Los jugadores vienen de estar de vacaciones, se mantienen activos pero la carga de trabajo que han podido realizar es siempre menor a la habitual. Súbi­tamente empiezan entrenamientos duros, con mucha carrera, mucho salto, mucho balón, mucho impacto y, por tanto, tienen un mayor riesgo de lesión. Situacio­nes específicas como la pretemporada o el aumento de la frecuencia de las competiciones suponen momentos en los que debemos estar alerta. Sobre todo cuando un jugador ha estado lesionado y se reincorpora a la compe­tición. Por supuesto que, si el jugador no descansa tras el entrenamiento o la competición, puede condicionar su adaptación y retrasar la recuperación.

¿Cuál ha sido su trayectoria profesional? ¿Cómo ha llegado hasta aquí?

Siempre me ha apasionado el deporte y ya inicié los estudios de medicina orientado hacia la posibilidad de trabajar con deportistas. Cuando los acabé me fui a Francia, a Lyon, donde estuve cuatro años gracias a una beca del Ministerio de Educación y Ciencia. Me prepa­ré tanto en la Medicina del Deporte como en Fisiología del Ejercicio.

¿Entonces aquí no había esa posibilidad de estudiar Medicina del Deporte?

Antes sí que se podía hacer Medicina del Deporte en España pero cuando yo me fui, en el año 1986, esa po­sibilidad ya no existía. En los congresos que organizaba en San Sebastián el doctor Agustín Álvarez tuve la opor­tunidad de contactar con un médico francés, de Lyon, y me ofreció la posibilidad de ir a su centro médico que estaba muy ligado a la Federación Francesa de Piragüis­mo. Tras estar cuatro años en Lyon tuve la oportunidad de ir al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona. En ese centro de entrenamiento para depor­tistas de alto nivel empecé a trabajar en el seguimiento biomédico de deportistas y en proyectos de investiga­ción muy relacionados con el estudio del músculo por resonancia magnética nuclear, no en la parte de imagen sino haciendo espectroscopia con el fin de conocer as­pectos fisiológicos de la adaptación del músculo al ejer­cicio. Valoramos las diferencias entre distintos tipos de deportistas, entre diferentes tipos de entrenamiento, los efectos de la recuperación, el efecto de la alimentación, etc. En 2002 recibí una llamada de la Real Sociedad que me dio la oportunidad de volver a San Sebastián.

¿Cuáles son las dolencias más habituales en el fútbol?

El fútbol se caracteriza por una alta incidencia de lesio­nes. Las estadísticas de competiciones internacionales y nacionales hablan de algo más de un jugador lesionado por cada competición. En su mayoría son lesiones mus­culares y, en menor proporción, lesiones articulares. Los músculos que más se lesionan son los de la región pos­terior del muslo. En cuanto a las lesiones articulares, las que más se afectan son el tobillo y la rodilla. Pueden ser por sobreesfuerzo o por contusión. De los deportes de equipo el fútbol es el más exigente. Hay un mínimo de tres días, y me parecen pocos, entre cada competición porque ese resulta el mínimo tiempo necesario para re­cuperarse del esfuerzo previo, tanto para la reposición de las reservas energéticas gastadas como para superar los golpes sufridos. El aumento del número de compe­ticiones supone un incremento considerable de la inci­dencia de lesiones en los equipos.

¿Influye el clima o el lugar en las lesiones de los ju­gadores?

Hay estudios muy interesantes que han observado que quizá en función del terreno de juego puede haber una mayor o menor incidencia de lesión. Se ha visto que al­gunos tipos de hierba, sobre todo los que se utilizan en el hemisferio sur del planeta, pueden ser más proclives a que haya lesiones a nivel de la articulación. De todas maneras lo más importante a nivel de la incidencia de lesión es conocer la lesión previa. De ahí que en los inte­rrogatorios que hacemos a los jugadores es muy impor­tante conocer si han sufrido lesiones porque esa va a ser la causa de que exista una nueva lesión.

«Gure helburu nagusia lesioa saihestea da»

Berak argi zeukan kirolariekin lan egin nahi zuela, eta horren inguruan bideratu zuen bere prestakun-tza. José Manuel González de Suso (Las Palmas Kanaria Handikoa, 1960) Catalunyako Errendi­mendu Altuko zentro batean lanean egon ostean Errealera etorri zen 2002an eta 2008tik taldeko zerbitzu medikoaren arduraduna da. Bere “helburu nagusia lesioa saihestea” dela esaten du, eta xede horrekin egunerokoan neurriak hartzen dituztela adierazten du. “Aurre-denboraldia momentu kriti­koa da” zerbitzu medikoarentzako, “jokalariak opo­rretatik datozelako eta, beraz, beren lesionatzeko arriskua handiagoa delako”. Futbola lesio ugari era­giten dituen kirola dela azpimarratzen du, gainera.

 

A los médicos se les ve saltar al terreno de juego du­rante los partidos. ¿Con qué recursos cuentan en esos momentos?

Cuando saltamos al terreno de juego nuestra misión es valorar el daño que se ha producido y, a partir de ahí, considerar la posibilidad de que el jugador pueda seguir participando o tenga que abandonar el terreno de juego. Respecto a la valoración traumatológica, identificamos si es un daño muscular o articular. Si hay daño muscular por sobreesfuerzo intentamos que deje de participar en­seguida mientras que si hay un daño articular valoramos la estabilidad de la articulación para tomar la decisión. Siempre existe un consenso con el jugador para la toma de la decisión. Además, contamos con material de emer­gencias y un desfibrilador portátil. Es excepcional pero en el caso de que hubiera una parada cardiorrespiratoria nos ayudará para sacarla adelante. No obstante, actual­mente todos los campos de España tienen un servicio de emergencias con todos los recursos para poder asistir una reanimación cardiopulmonar.

Lo que no tienen es mucho tiempo para hacer todo eso en el terreno de juego.

No tenemos tiempo y sí una gran presión mediática y desde la dirección técnica del banquillo para tomar una decisión. Sobre todo no tenemos las imágenes de tele­visión. Desde la pantalla se valora mucho mejor el me­canismo que ha producido la lesión que desde el ban­quillo, donde prácticamente no vemos nada y solamente nos desplazamos porque el jugador levanta la mano o la caída ha sido un poco aparatosa. En cuanto podemos, ahora casi nada más concluir el partido, nos gusta ana­lizar las imágenes de la televisión, donde vemos perfec­tamente el mecanismo que ha desencadenado la lesión. Eso nos ayuda mucho para orientar bien el caso cuanto antes.

A diferencia de en nuestro territorio, en las compe­ticiones europeas es obligatorio que en todos los campos de fútbol haya un médico intensivista. ¿Qué sucede aquí? ¿Es necesario?

Ahora mismo la Real Sociedad, en los partidos que se juegan en Anoeta, cumple con los requisitos UEFA so­bre la asistencia médica en los estadios y atiende tanto a los jugadores que están en el terreno de juego como a los técnicos, auxiliares y al público asistente. Contamos, para ello, con la colaboración de Cruz Roja que propor­ciona los recursos humanos y materiales. Hay un inten­sivista acompañado de un diplomado de Enfermería a pie de campo, y otro intensivista acompañado de otro diplomado en Enfermería en la grada. Esta asistencia resulta vital.

¿Debería equipararse la situación a la normativa eu­ropea y convertirse esa presencia del intensivista en una exigencia a nivel estatal?

Por supuesto, sobre todo por la exigencia de la competi­ción. Por mucho que se hagan valoraciones preventivas y se descarten factores de riesgo, todos los que participan y están presentes en la competición, estamos expues­tos a que se produzca un problema cardiorrespiratorio. Es necesario un buen servicio compuesto por personal especializado en emergencias que ante la situación de urgencia esté en condiciones de realizar un soporte vital avanzado.

¿De qué manera ayuda o perjudica la exposición me­diática al trabajo de los médicos deportivos?

Estamos acostumbrados a la exposición mediática y resulta habitual leer o escuchar comentarios sobre las lesiones de los jugadores. Para los medios es más impor­tante determinar el pronóstico de curación que alcanzar un diagnóstico fiable de la lesión. Es lógico que el afi­cionado se interese por cuánto tiempo va a estar el ju­gador de baja, para algunas lesiones es sencillo pero hay otras en que resulta muy complicado. Por mucho que exista una clasificación generalizada del tipo de lesión y del tiempo necesario para superarla, hay infinidad de matices que dependen de la biología humana y médica­mente no es fácil pronosticar el tiempo necesario para una vuelta a la competición con garantías sin que haya recaída.

¿Cuántos miembros son en el servicio médico de la Real Sociedad?

Hay médicos del deporte, fisioterapeutas, ATS, masajis­tas y podólogos. El doctor Guillermo Murgia, también médico del deporte, nos ayuda a diario en la consulta para el diagnóstico y tratamiento de las lesiones y enfer­medades de los jugadores de todos los equipos del club y de los clubes convenidos. También se encarga de la asis­tencia médica durante la competición del equipo filial. Contamos con tres fisioterapeutas que tienen una dedi­cación preferente a la plantilla profesional y desarrollan una labor fundamental para la preparación y recupe­ración de los jugadores, tanto en la sala de fisioterapia como en el gimnasio, sala de hidroterapia o en el terreno de juego. Otro fisioterapeuta, un ATS, un masajista y dos podólogos, estos últimos compartidos con el primer equipo, se dedican a la asistencia de los equipos del fút­bol formación. Además, contamos con otros ocho fisio­terapeutas que proporcionan asistencia sanitaria en las competiciones del fin de semana y torneos donde parti­cipan los equipos del fútbol formación. Siempre hay un sanitario en cualquier partido donde compita un equipo de la Real Sociedad, bien sea el femenino, juveniles, ca­detes, infantiles o en el hockey femenino. También nos ayudan cuatro preparadores físicos que hacen labores de prevención, readaptación y reincorporación de los juga­dores a su actividad habitual en el terreno de juego.

¿Cuáles son las instalaciones con las que cuentan para su trabajo?

El servicio médico tiene dependencias en los dos edifi­cios del centro de Entrenamiento de Zubieta, uno para la asistencia a los jugadores profesionales y otro para los equipos del fútbol formación y femenino. En cada uno de ellos hay un despacho médico de trabajo, una sala de exploraciones, una sala de fisioterapia-rehabilitación y una sala de hidroterapia. Ambas salas de exploraciones cuentan con metodología para realizar estudios ecográ­ficos que resultan complementarios y básicos para el diagnóstico de patología musculo-esquelética. Estas de­pendencias están conectadas con los gimnasios donde se sigue realizando y controlando la actividad de recu­peración de los jugadores.

¿Cuál es la principal labor que realizan desde que us­ted es el responsable del Servicio Médico?

Nos marcamos como objetivo que los jugadores tengan unas condiciones de práctica de ejercicio físico segura y que exista un correcto procedimiento médico a seguir cuando haya lesión o enfermedad. Todos los nuevos jugadores que se incorporan a la Real Sociedad y para los que ya están, con una frecuencia anual o bianual, se someten a un reconocimiento médico donde se valora la salud cardiovascular y osteoarticular. Contamos con la colaboración del servicio de Cardiología de Policlínica Gipuzkoa, donde, entre otros, el Doctor Eduardo Ale­gría, nos ayuda a descartar la existencia de anomalías cardíacas que contraindiquen la participación deporti­va de los jugadores. En ese reconocimiento también es importante la exploración del aparato locomotor y la anamnesis para ver si existe una lesión previa. Conocer el estado previo y la función de esos sistemas es muy im­portante para prevenir la lesión y una mala adaptación. Ante la lesión, en colaboración con el resto de miembros del servicio médico y nuestros colaboradores expertos, como el servicio de Resonancia Magnética de Policlí­nica Gipuzkoa, tratamos de establecer un diagnóstico preciso y fiable para determinar si el jugador puede se­guir participando o debe parar y, en colaboración con el servicio de preparación física y los técnicos, establecer el procedimiento de recuperación más adecuado para que el jugador vuelva a entrenar y competir en óptimas condiciones. La comunicación con el cuerpo técnico es fundamental, el conocimiento de las cargas de en­trenamiento y de competición puede ayudar a mejorar la adaptación de los jugadores. En todo caso, aunque resulta muy complicado en un deporte de contacto, el máximo objetivo del servicio es prevenir la lesión.

Cuando es necesaria una intervención, ¿dónde la rea­lizan?

Gracias a los servicios que nos presta Fremap para los jugadores profesionales o la Mutualidad de futbolistas para los aficionados, ante cualquier lesión deportiva, accedemos al cuadro médico especializado de Policlíni­ca Gipuzkoa que es nuestro centro sanitario preferente. También tenemos un acuerdo de patrocinio por el que, en caso de lesión o enfermedad, todos los jugadores de la Real Sociedad, bajo la indicación del servicio médico del club, pueden ser atendidos por los especialistas de Policlínica Gipuzkoa. En ocasiones, cuando lo requieran las características de la lesión o la libre elección de asis­tencia médica, realizamos consultas e intervenciones en otros centros sanitarios.

«UEFAk ezarritako betebeharrak betetzen ditugu»

Denbora falta da gehienbat medikuek norgehia­goka baten erdian zelaira salto egiten dutenean jasaten duten arazo nagusia. Momentu horietan “gure eginkizun nagusia eragindako mina balora-tzea da eta, hortik aurrera, jokalariak lanean jarraitu dezakeen edo ez erabakitzea”. González de Susok horrelakoetan zerbitzu medikoko kideek “presio mediatiko izugarria” jasaten dutela dio eta, gaine­ra, ez dutela telebistaren laguntzarik lesioa hobeto baloratu ahal izateko. Baliabideen aldetik Errealak “laguntza medikoaren inguruan UEFAk ezarritako betebeharrak” betetzen dituela argi utzi nahi du. Horregatik intentsibista eta erizain bana egoten dira bai zelaian eta baita harmailetan ere.