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Silvia Zuluaga: Con humor también la información nutricional llega mejor

Entrevistas

Nuestra compañera Silvia Zuluaga lleva más de 25 años dedicada a la nutrición. En sus consultas de Donostia, Eibar e Irún atiende a pacientes de todo tipo, aunque casi todos tienen algo en común: el deseo de adelgazar. Preocupada por la desinformación que existe en la red, hace 3 años abrió un blog para ofrecer información nutricional de calidad y ahora estrena su novela ¡A dieta! En la vida real, ya a la venta en Fnac, Casa del Libro o la librería Donostia.

¿Cómo surge la idea de este libro?

El comienzo de todo fue el blog. Lo hice casi como una obligación moral: creía que debía aportar información fiable a la red y me propuse publicar un artículo semanal. La verdad es que nunca me ha gustado demasiado redactar y al principio me costaba muchísimo, pero, poco a poco, fui encontrando mi estilo y comencé a sentirme más cómoda. Además, fui viendo que mis artículos llegaban a la gente, que lograba mi objetivo, y eso me motivó para seguir escribiendo. Hasta que, animada por mi familia, le fui dando forma a esta novela.

Lo habitual es encontrar libros con pautas y consejos para hacer una dieta con éxito, pero este libro no es así.

No, no lo es. Hay muchos manuales y libros de nutrición muy buenos ya en el mercado, pero desde mi experiencia creo que hay un sector de la población a la que todo eso no le llega, a la que debes dirigirte de otra manera. Y así surgió esta novela, porque quería trasmitir muchos mensajes importantes, pero quería hacerlo con otro lenguaje y a través del humor, haciendo que mis pacientes o la sociedad en general pudieran sentirse identificados con los personajes o las escenas.

Los personajes de tu libro siguen dietas de todo tipo: a base de batidos, semillas milagrosas… ¿vivimos en la búsqueda constante de la dieta milagro?

Sin duda alguna. Y la realidad es que no existe dieta milagrosa. El organismo humano funciona de una manera y es independientemente a la moda de turno. Además, lo queremos todo: nos gusta comer, vivimos en un entorno lleno de tentaciones y cuando queremos adelgazar lo queremos hacer en dos días y sin esfuerzo. Por eso nos agarramos a muchos de los mensajes publicitarios que nos prometen eso. 

Uno de los personajes, Berta, salta de dieta en dieta y no quiere ni oír hablar a su amiga, que es médico. ¿Qué le diría si le permitiera aconsejarle?

Hasta que una persona no esté dispuesta a escuchar el discurso correcto no hay nada que hacer. Tendemos a enrocarnos en lo nuestro y hay muchas veces, como sucede en el libro, que se confía más en la amiga de yoga que come tal semilla que en el profesional, porque el mensaje llega por parte de un igual. A mí me suelen decir muchas veces “es que no te puedes imaginar lo difícil que es salir a cenar cuando haces dieta”. Pero, ¿cómo no lo voy a saber? ¿Acaso yo no salgo a cenar?

Otro de los personajes, Mencia, se decide a iniciar una dieta con su nutricionista, aunque no tiene ni idea de qué se va a encontrar en la consulta. ¿Es vuestro trabajo tan desconocido como lo pintas?

Sí, yo creo que sí. Muchos vienen con miedo a que les vaya a reñir. Pero ¡cómo lo voy a hacer! Bastante se riñen ellos mismos. Mi función no es ni reñir ni juzgar, sino acompañarles en la decisión que han tomado y tratar de aportarles información útil. Por eso es muy importante que la persona que quiera hacer dieta o cuidarse quiera hacerlo de verdad, que lo haga por ella misma y con convencimiento. Y les suelo decir a muchos de mis pacientes: le vamos a llamar dieta porque tu principal deseo es adelgazar. Por eso vamos a quitar algunos accesorios, pero el objetivo en realidad es fijar una buena base de la alimentación y unos buenos hábitos para estar sanos y sentirnos bien.

Lo primordial es la aceptación de nuestros cuerpos 

 

En el libro se refleja con muchos ejemplos cotidianos que hacer dieta es un camino duro y lleno de obstáculos. ¿es así?

La sociedad en la que vivimos no nos lo pone nada fácil. Estamos rodeados de comida fácil y rica (porque obviamente está diseñada para que guste) y barata, que nos permite no cocinar y no tener que limpiar la cocina, y de mensajes publicitarios constantes que verdaderamente hacen difícil que optes por la comida más sana. Y cuando quieres hacerlo, además, no está nada claro qué es sano y qué no. Hace poco Alcampo inició una campaña llamada “La vida Azul” en la que destacaba algunos productos con mensajes como “saludables”, “ayudan a tu bienestar”, etc. Me fui para allá para verlo y me quedé horrorizada (lo conté en el blog) de los productos que encontré con ese símbolo. Esto crea una confusión total en la gente y lo más grave es que es dificilísimo darle la vuelta a todo esto. Hay muchísima desinformación y la gente opta por comida insana sin ni siquiera saberlo.

El libro refleja también que nuestro cuerpo es un tema de conversación constante.  

Sí, es un tema muy recurrente, eso es una realidad. Casi todos los personajes de mi libro son femeninos, pero es perfectamente posible escribir otra novela donde los personajes sean hombres, queriendo adelgazar, obsesionados con el gimnasio y bebiendo batidos, que cada vez hay más. Pero el libro quiere precisamente desdramatizar un poco todo eso y subrayar, a través de los personajes, que hay cuerpos y realidades distintas y que lo primordial es la aceptación de nuestros cuerpos.

VÍDEO DE LA PRESENTACIÓN EN EL COLEGIO

Presenta su novela: A dieta en la vida real