Medikuen Ahotsa

Ojalá los médicos de pueblo podamos conservar nuestra parte más humana y nuestra capacidad de comunicación

Entrevistas

Mavi Carceller es médico de familia de Getaria y miembro del Grupo de Medicina rural de SEMFYC. El día 20 de Octubre se celebrará la III Jornada SEMFYC de Medicina rural, que este año será en Cuenca, con el objetivo fundamental de difundir la Medicina de Familia que se realiza en el mundo rural. Para su entrevista ha elegido una foto grupal, donde aparecen, de izquiera a derecha, Jorge, médico residente de MFyC, Itsasne, sustituta de enfermería, la propia Mavi, Carlos, médico de Aizarnazabal y Getaria, Clari y Leyre, administrativas y Gorane, enfermera de Aizarnazabal y Getaria.

 

  1. ¿Cuándo y cómo llegaste a la medicina rural?

La verdad es que yo nací en una familia de agricultores , vivíamos en un barrio periférico de Zaragoza, y he pasado muchos periodos de mi infancia en pueblos rurales. Vine a Gipuzkoa hace 25 años, a hacer la Residencia de Medicina Familiar y Comunitaria, en el Hospital Donostia y en el Centro de Salud de Andoain. Después de muchas sustituciones por toda Gipuzkoa llevo varios años trabajando en pueblos y desde hace 5 tengo la suerte de trabajar en el centro de Salud de Getaria.

Al empezar a trabajar en los pueblos de Euskadi me di cuenta de algo sorprendente: la forma de pensar, la idiosincrasia del mundo del “baserri” era muy parecida a lo que yo conocía desde mi infancia en Zaragoza, a pesar de las diferencias en la lengua y la cultura.

  1. ¿Qué características diferencias la medicina rural de la medicina familiar en ciudad?  

No todos los centros de salud rurales son iguales. No es lo mismo trabajar en la costa que en el interior de Gipuzkoa, por ejemplo. Pero sí hay características que, creo, se repiten.

En los centros de salud rurales, es fundamental el trabajo en equipo y las relaciones, porque somos pocos y dependemos mucho unos de otros. Por otra parte, respecto a la población somos muy cercanos, tanto el personal médico como el administrativo y la enfermería. Somos muy accesibles, con las grandes ventajas que esto tiene para los pacientes y sus familias, aunque en algunos casos eso suponga una mayor carga de trabajo.

En los pueblos también son más cercanas y rápidas las relaciones con profesionales que nos ayudan en el cuidado de nuestros enfermos y sus familias, como, por ejemplo, la asistente social, la farmacéutica, el Ayuntamiento, el centro de día… Los pacientes dependientes, en la mayoría de las ocasiones, son cuidados en su domicilio. Además, en los pueblos sigue existiendo, creo, más solidaridad, ayuda o compañía entre vecinos.      

En los pueblos sigue existiendo, creo, más solidaridad, ayuda o compañía entre vecinos

Otro aspecto fundamental en los centros rurales es la confidencialidad, seguramente más que en los centros urbanos. En nuestro caso le damos mucha importancia.

En cuanto a nuestro modo de trabajar, para los médicos de pueblo es imprescindible el coche. Tenemos que hacer avisos a domicilio en el pueblo, en los barrios, y en los caseríos. Es un privilegio entrar en las casas de los pacientes, en su espacio íntimo que nos da tanta información sanitaria y no sanitaria. El problema es que las visitas consumen mucho tiempo de la agenda.

Para muchos de nosotros acudir a reuniones, cursos de formación o charlas en horario laboral es más difícil porque estamos solos o como es mi caso sola hasta que a media mañana viene mi compañero, el médico de Aizarnazabal. Las nuevas tecnologías, los cursos on line, nos acercan la importante formación continuada, que muchas veces realizamos con voluntarismo y esfuerzo personal.

  1. ¿Cuál es la situación de los médicos rurales en Gipuzkoa?

Suelo escuchar que en Euskadi no existe Medicina rural, cuando según datos del INE de 2017 hay en Gipuzkoa 54 poblaciones con menos de 5.000 habitantes, que es lo que define a una población rural. Es cierto, sin embargo, que los pueblos guipuzcoanos tienen mejores comunicaciones, prestaciones y menor distancia a los hospitales de referencia en comparación con otros pueblos del estado.

Por otro lado, los médicos rurales pueden ser la parte más frágil del sistema ante el problema de la falta de sustitutos y el envejecimiento de los profesionales sanitarios. Además, los Médicos de Familia de nuestros pueblos, generalmente, tenemos que ser capaces de comunicarnos en euskera.  

En cuanto a la realidad de las zonas rurales, ha cambiado mucho en las últimas décadas. Por ejemplo, la población de los pueblos ya no es tan uniforme. En mi cupo hay bastantes personas procedentes de Senegal, de Rumanía, de Sudamérica, de Marruecos,… Y en cuanto a su profesión, ya no solo atentemos a baserritarras o pescadores, sino a hombres y mujeres de muy diferentes profesiones, desde profesores de universidad hasta pintoras, músicos o escritores.

  1. ¿Qué diferencias existen entre la medicina de familia rural de Euskadi y de otras comunidades autónomas?

Estos días he estado de vacaciones en un pueblo de Teruel, del Maestrazgo, de donde es originaria mi familia paterna. El Médico de allí tiene un cupo de unos 700 pacientes: yo tengo unos 1.600 pacientes en el cupo, unos 2.300 cuando estoy sola. Eso sí, él tiene mucha más dispersión.

Por otro lado, en muchas poblaciones del Estado, sobre todo en las dos Castillas, Extremadura y Aragón, se está produciendo un problema de despoblación y envejecimiento de los pueblos que aquí no ocurre. Las comunicaciones no son tan buenas como aquí, tanto por las carreteras, por el tamaño de las provincias como por la climatología con hielo, nieve e inaccesibilidad en invierno.

Sin embargo, es cierto que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha disminuido muchísimo nuestro aislamiento y ha mejorado la información sobre los procesos de los enfermos y la intercomunicación entre profesionales.

  1. Háblanos de la Declaración de Ávila.

Se promulgó en las Jornadas de Medicina rural de SEMFYC  que se celebraron en Ávila en 2016. Como objetivos fundamentales persigue que los ciudadanos que viven en pequeños núcleos de población tengan acceso a las mismas prestaciones que el resto, que las condiciones que trabajo del médico rural sean adecuadas y que la medicina rural resulte atractiva como opción laboral y también como opción para formación pregrado y postgrado en Atención Primaria.

También apuesta por las TIC, tanto telemedicina como redes sociales y por aumentar la investigación en nuestro ámbito sanitario. Quiere participar de forma activa en todos los foros que puedan ser objeto de debate en salud rural y ser una referencia en la planificación de la asistencia sanitaria de las zonas rurales.

  1. ¿Qué fortalezas y qué debilidades tiene a día de hoy la medicina de familia en entornos rurales?

La mayor fortaleza es el entusiasmo que tienen la mayoría de los Sanitarios que trabajan en pueblos: en general, trabajamos con personas buenas, generosas, agradecidas, que nos valoran muchísimo. Por el contrario, la debilidad más grande que tenemos es el aumento de la carga de trabajo: no podemos atender adecuadamente a nuestros pacientes si no tenemos tiempo, que es nuestra herramienta fundamental. Tenemos que atender casi solos a problemas y pacientes cada vez más complejos, y con medios limitados, que no son los del Hospital.

  1. ¿Cuál va a ser el futuro de la medicina rural?

Por lo que a nosotros respecta seguiremos luchando por el desarrollo de esta forma de medicina apasionante. Espero que la Administración nos valore como piezas pequeñas pero imprescindibles del sistema. Animo a los Médicos ilusionados o interesados por la Medicina rural a acercarse a Cuenca o a la sección del grupo de trabajo en la página web de SEMFYC.

Por mi parte mi correo electrónico es mavirural.osatzen@gmail.com

III Jornada SEMFYC de Medicina rural

Leo en el cartel de las Jornadas: “Rurales: más que Médicos” ¿Por qué este título?

El centro de salud de Getaria está en “Ulpiano etxea”. El pueblo decidió poner este nombre al edificio como homenaje al que había sido su médico durante muchos años, el doctor Ulpiano Vigil. A la entrada hay una foto suya, entrañable, con un lema “Ulpiano, mediku baino azkoz gehiago”. A mis compañeros del grupo de trabajo de SEMFYC les pareció precioso que los habitantes de Getaria le considerasen más que un médico, una gran persona, un referente. Y de ahí salió el título de las Jornadas.

Ojalá los Médicos de pueblo, además de nuestra formación científica y nuestras habilidades podamos conservar, sin caer en el paternalismo, esa parte humana, y nuestra capacidad de comunicación.

¿Qué destacarías del programa de la Jornada?

Además de una mesa de casos clínicos el programa tiene otras 3 atractivas mesas de reflexión:

1. Hablaremos sobre el “burn out” desde un punto de vista constructivo con Javier Bris, coordinador de el Grupo de trabajo de Medicina basada en las emociones de SEMFYC, que analizará el “síndrome del profesional quemado” desde la incertidumbre en la consulta; con Isabel Blasco, Directora Provincial de Huesca, que lo hará desde el maltrato institucional y con Luis Torres, del Grupo de Trabajo de Comunicación y Salud de SEMFYC, desde la relación con los pacientes.

2. También hablaremos sobre Dislipemias, HTA y Diabetes en el mundo rural, tal vez rompiendo mitos sobre el RCV en los pueblos.

3. Y la última e importante mesa “Medio rural: futuro laboral” con la participación de una residente de tercer año de MFyC, un joven médico de familia y un médico de familia con años de experiencia en el mundo rural como ponentes.

La fecha límite para el envío de comunicaciones para la mesa de casos clínicos es el dia 17 de septiembre.

¿Por qué destaca en este encuentro la formación a residentes?

Hay varios miembros del Grupo de trabajo que son o han sido miembros de Unidades Docentes, y muchos somos tutores de MFyC.  En algunas Comunidades el rotatorio de Medicina rural es obligatorio y en otras, como en Gipuzkoa, es optativo. Como he dicho antes, si queremos tener un relevo generacional en los pueblos, es importante que conozcan esta forma de Medicina.

Uno de los objetivos de nuestro grupo de trabajo es intentar ilusionar a los Médicos de familia para que consideren los centros rurales como una opción laboral. Y también que vengan a nuestros centros estudiantes de Medicina y Residentes de MFyC a formarse, porque no se puede valorar o elegir lo que no se conoce.

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