Entrevista a Pedro Gorrotxategi, sobre el libro de las Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián
EntrevistasLas Jornadas de Cine Médico de San Sebastián surgieron en 1968 como una actividad cultural en relación con el Festival Internacional de Cine de la ciudad, pero pronto lograron ser una entidad autónoma. Fue una actividad impulsada por un grupo de médicos donostiarras que vieron en el cine una forma de mejorar la formación de los profesionales de la medicina, de estudiantes y otros sanitarios donostiarras. El Dr. Pedro Gorrotxategi ha querido recoger la historia de estas Jornadas en este libro, titulado, “Ciencia, cultura y sociedad en las Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián”. Lo presentará en el Colegio el 24 de mayo, viernes, a las 18:30h, donde se repartirán ejemplares de forma gratuita.
- ¿Cómo surge la idea de este libro?
Es un tema que siempre me había interesado. Cuando era alumno de medicina yo solía acudir a ellas. Tengo en casa guardados los programas y el primero es de la XIIª edición, del año 1981. Yo estaría en 3º o 4º de carrera ese año.
Luego, pasados los años, el director de mi tesis doctoral fue el Dr. Munoa, el presidente y “alma mater” de esas jornadas, lo que supuso un interés añadido. Y al tiempo, desde la Bascongada de los Amigos del País me dijeron que eligiera un tema para la “lección de ingreso”, y como ya rondaba en mi cabeza este tema, que no había sido estudiado en profundidad, decidí que podía ser un tema interesante.
Me dirigí al doctor Munoa y tanto él como su familia me ayudaron desinteresadamente. Buscaron los documentos, cartas, recortes de periódico y fotografías que guardaban de las diferentes ediciones para facilitarme el trabajo. Tras realizar la lección de ingreso que fue, precisamente, en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa, vi que había gran cantidad de material y que era el momento de recopilarlo todo para realizar un estudio en profundidad de las Jornadas y así ha surgido este libro.
- ¿Ha sido el cine un canal para la enseñanza médica?
En el momento en el que nacieron estas jornadas, en los años 60, hay que tener en cuenta que en las facultades de medicina el cine no se utilizaba prácticamente nada como elemento de formación. Quizás por ello acudíamos tantos estudiantes a las Jornadas, porque encontrábamos en ellas lo que las facultades no nos ofrecían. Porque no solo eran películas, también había conferencias, temas de divulgación sanitaria, debates públicos… Lo que suponía un enriquecimiento médico y cultural para los estudiantes que no podíamos encontrar en otro sitio.
- El 13, 14 y 15 de junio del 1968 se celebraron las primeras Jornadas Internacionales de Cine Médico, primeras también en España. ¿Qué tipo de programa ofrecieron?
Desde el primer año, las Jornadas tuvieron dos apartados diferenciados. Cortometrajes de películas científicas y largometrajes de interés médico y social, abiertos al público general.
Ese primer año, la película comercial que se trajo era un estreno en España y se titulaba “Helga, el milagro de la vida”. Estaba realizada por el Ministerio de Sanidad de la República Federal Alemana para la educación sexual de los jóvenes. En ella se relataban las vivencias de una adolescente, su embarazo y en la filmación aparece el momento del parto, que según algunas fuentes, a muchos de los asistentes les impactó profundamente. Sin embargo, la parte final de la película es una formación de puericultura muy práctica y útil. Por lo tanto, tenía un poco su morbo, de “película de contenido sexual” aunque la finalidad no era esa.
También se estrenó la película “El ojo de Horus. Momentos de la historia de la medicina” en versión original en italiano. Había sido realizada por los laboratorios Lepetit, que cumplían ese año el centenario de su creación y reparaba el pasado médico desde sus inicios hasta el momento actual.
También destacar, que desde el primer año se contó con un Jurado internacional de gran prestigio con los profesores extranjeros, como el Dr. Alfred J. Gunning de Osford, españoles como el profesor Hipólito Duran, Catedrático de Valladolid y expertos en cine como el periodista y médico, Dr. Luis Ponce de León, ex-director de la Escuela Española de Cinematografía.
- ¿Qué evolución tuvieron después de aquella primera edición?
Los cuatro primeros años transcurrieron con este mismo esquema, pero después hubo dos años en los que las Jornadas no se celebraron. Las dificultades para obtener financiación y el hecho de que el Kursaal cerrara sus puertas fueron determinantes. Pasados esos dos años, se estableció una situación financiera más estable y las Jornadas pudieron continuar. Es el momento de su proyección más internacional y se establecen relaciones con otros festivales como el de Castroccarto en Italia y Varna en Bulgaria, principalmente.
- ¿Qué personalidades atrajeron estas Jornadas a la ciudad?
Las dos figuras más destacadas que acudieron a las Jornadas fueron el Dr. Barnard, que había realizado el primer trasplante de corazón y la Dra. Aslan, inventora del “Gerovital” sustancia que supuestamente retrasaba el envejecimiento.
Al Dr. Barnard le enviaron una invitación, sin esperar su respuesta y sorprendentemente contestó que sí y vino acompañado del Marqués de Villaverde, yerno del dictador Francisco Franco. Todos los pasos del eminente cirujano cardíaco sudafricano fueron seguidos al detalle por la prensa: el número de maletas que traía, sus paseos por la bahía en una embarcación, su asistencia al club náutico, etc. Incluso se comentó que algunas de las páginas del libro autobiográfico que estaba escribiendo titulado “Mi vida”, fueron escritas durante su estancia en nuestra ciudad.
Como no podía ser de otra forma fue él quien presidió el Jurado internacional y mostró una acérrima oposición a que el premio fuera entregado a la película del Dr. Liotta sobre el corazón artificial, que entusiasmó al resto de los miembros del jurado, pero tuvo que conformar con el “Premio especial del Jurado” al no obtener ninguno de los premios oficiales.
La llegada de la Dra. Aslan también fue complicada. Dino Restivo, relaciones públicas de las Jornadas, viajó hasta Bucarest y tras una larga espera, en aquel país, consiguió convencerla. Se le colmó de atenciones y el día en el que los “doctores” fueron a una sociedad gastronómica tradicional que no permitía la entrada a las mujeres, las esposas de los médicos le acompañaron a ella a cenar a otro famoso restaurante de la parte vieja, porque como dijo el presidente de la sociedad gastronómica: Aquí no dejamos entrar a las mujeres y no hay excepciones, ni para las doctoras, ni para las otras. Eso no le gustó nada a la doctora rumana y se retiró a su hotel, sin aceptar la invitación de las esposas.
- Las Jornadas de 1992 sirvieron de despedida. ¿Por qué se les dio fin?
A partir de los años 80 las películas de cine van siendo sustituidas por el vídeo. Del año 85 en adelante las películas en vídeo suponen más del 80%. Eso hace que realizar películas sea más asequible para cualquier médico y que la difusión de las mismas no precise de un certamen de estas características. La puntilla, fue la disminución de subvenciones del año 92 que el Gobierno Vasco dedicó la mayoría de su presupuesto cultural para el pabellón de Euskadi en la Expo de Sevilla.
Igual, habría desaparecido de todas formas, aunque también podría haberse convertido en un certamen de video médico como el “Videomed” Certamen Internacional de Cine Médico y Telemedicina que bianualmente se realiza en Badajoz.