DECÁLOGO PARA LA REHUMANIZACIÓN DE LA MEDICINA
120 ANIVERSARIO- Proteger la relación médico-paciente, que ha constituido desde tiempos antiguos el principal medio por el que la medicina logra sus objetivos. Esta relación sigue siendo la base fundamental de la medicina y todos, profesionales, pacientes, instituciones y empresas debemos trabajar para salvaguardarla y protegerla.
- Recordar en todo momento que el paciente es una persona, no su enfermedad. El hecho de enfermar tiene consecuencias también en las esferas psicosocial, emocional, en las relaciones y en los sentimientos. No debemos dejar a un lado la consideración del ser humano como un todo.
- Trabajar desde la fase de formación universitaria la empatía, que debe ser cualidad intrínseca del profesional médico y debe ser revisada constantemente en su ejercicio profesional diario, a fin de que la tecnología, las prisas o los fallos del sistema no nublen que lo que tenemos delante es un ser humano con sus condiciones y emociones individuales y únicas.
- Adaptar el enfoque de la atención sanitaria, para garantizar una atención que ponga realmente al paciente en el centro, fomentando políticas de humanización para atender al paciente de manera holística, ofreciéndole además de un adecuado diagnóstico y tratamiento, una atención emocional (sus miedos, preocupaciones, sufrimiento) y sin perder de vista su ámbito social (familia, amigos, entorno).
- Proveer, desde las instituciones, a los profesionales sanitarios de las herramientas y recursos necesarios para que puedan cumplir adecuadamente con su labor, además de buscar permanentemente los mecanismos para motivarlos e incentivarlos, puesto que la desmotivación y el desgaste de los profesionales es un factor predisponente a la deshumanización del médico.
- Recordar, en ese sentido, que el tiempo es la herramienta principal con la que trabajan los profesionales médicos, sobre todo, aquellos que trabajan en la Atención Primaria. Por tanto, el profesional necesita más tiempo para estar con el paciente y el paciente necesita más tiempo para ser atendido por su médico.
- Recuperar la formación humanística del médico/a en las facultades de medicina, que forme en valores y ética, establezcan relaciones académicas y personales con una excelente comunicación y relación humana y enseñen a actuar con parámetros humanizantes.
- Trabajar la comunicación con los pacientes, adaptando nuestro lenguaje a sus necesidades para que resulte comprensible y sencillo, así como tener en cuenta el contexto que están viviendo, sobre todo, en la comunicación de malas noticias.
- La innovación tecnológica debe resultar una oportunidad para la mejora en la atención del paciente, no una amenaza. Nunca una máquina será capaz de sustituir la mirada del profesional médico, esa mirada amplia que no sólo ve la enfermedad, sino al ser humano.
- Reforzar el trabajo en equipo así como la relación con otros profesionales dedicados al cuidado de la salud.