Medikuen Ahotsa

Las y los médicos ante la receta médica

Editoriales

Entre las muchas actividades que incorpora nuestro trabajo está la prescripción de terapias farmacológicas. Esta práctica es con frecuencia el final de un acto médico, y debemos darle la importancia que merece, ya que por muy rutinario que nos parezca hacer prescripciones repetidas veces en el día, debemos considerar que se indican en personas diferentes, y que asumimos una gran responsabilidad en esta parte del acto médico.

Tomarse en serio la prescripción implica explicar por qué, cuándo, cómo y durante cuánto tiempo, y finalmente confeccionar la receta consiguiente. Este documento, la receta, es uno de los más trascendentes de los que hacemos en nuestra práctica diaria, tanto como la confección de la historia clínica, de la que de alguna manera es uno de sus fines...

La receta debe permitir identificar al prescriptor con claridad, con sus señas profesionales, su número de colegiado, la fecha, y escribirlo con el esmero suficiente como para que no resulte ilegible y no se necesiten llamadas desde una farmacia para traducir el contenido de la receta.

Otro de los aspectos que inciden en lo importante que es este documento son los relacionados  con lo muy apreciados que son los talonarios de recetas para algunos desaprensivos. Evitar su mal uso, evitar falsificaciones o fotocopias sucesivas, es un objetivo de nuestro colegio en completa colaboración del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa.

Todos sabéis que la receta debe reunir una serie de requisitos, y en estos momentos se impone que en la actividad privada la prescripción sea muy seria en el fondo y en la forma.

Por esta razón, os pedimos a todos un esfuerzo para que la prescripción en el ámbito privado la hagamos de forma que se eviten falsificaciones y cumpla con los requisitos internacionales, que permiten una completa trazabilidad de lo que prescribimos.

Manuel García Bengoechea, presidente COMGI

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