Medikuen Ahotsa

Medicina paliativa en niños y adolescentes

Tribuna Abierta
Wilson Astudillo, neurólogo, médico de familia y presidente-fundador de Paliativos Sin Fronteras

Paliativos sin Fronteras (PSF), ONG de ámbito in­ternacional, acaba de editar el libro Medicina Paliativa en niños y adolescentes (PSF, 2015), que ofre­ce importantes aportaciones para mejorar aspectos esenciales para la atención de los menores cuando pa­decen situaciones de vida limitada o necesitan cuidados paliativos (CP). Se centra en el paciente y en su fami­lia, en el respeto a sus valores y pre­ferencias para la elaboración de un plan de cuidado de bienestar de alta calidad, accesible y equitativo desde el mismo momento del diagnóstico junto a otros tratamientos.

Con la edición de esta publicación, PSF busca diversos objetivos. Entre ellos cabe destacar la intención de fomentar el interés en los CP pe­diátricos o ayudar a detectar y ali­viar el elevado nivel de sufrimiento físico, psicológico, social, práctico y existencial que tienen estos niños y jóvenes mediante diversas medidas médicas, de enfermería, de apoyo psicosocial, espiritual y de equi­pamiento. Se pretende, también, facilitar la comprensión de los pro­blemas que producen los padeci­mientos crónicos y la cercanía de la muerte en los niños, y conocer cuándo y cómo consultar al equipo paliativo. En sus páginas se podrá conocer cómo debe trabajarse con las familias y niños para buscar me­jorar su calidad de vida, favorecer su relación y adaptación a la enferme­dad, a la fase final y al duelo poste­rior con herramientas actualizadas de comunicación, diagnóstico y te­rapéutica.

El libro pretende ayudar en el pro­ceso consensuado de toma de deci­siones difíciles del niño y la familia mediante una buena información y el soporte del equipo paliativo. Fa­cilita otros recursos bibliográficos a los profesionales que intervienen en su cuidado, para que permitan me­jorar lo que se hace y cómo se hace, e investigar y promover un cuidado holístico del paciente y de su familia. Asimismo, quiere estimular tam­bién la cooperación internacional en oncología y paliativos como un medio de progreso de la Medicina en la prevención de la muerte pre­matura y en la lucha contra el su­frimiento.

En sus 830 páginas el libro contiene 64 capítulos escritos por 115 autores españoles e internacionales, y se ha estructurado en 10 secciones: Ge­neralidades; Manejo de síntomas; Cáncer en el niño y adolescente; CPP en otras situaciones (VIH, neo­natología, parálisis cerebral); La pe­dagogía en niños y adolescentes; El alivio del sufrimiento en general; La atención a la familia y necesidades psicosociales; El trabajo en equipo; La Cooperación en oncología y pa­liativos; y Bioética y derechos.

A través de este libro, PSF propone varios retos importantes para cam­biar la situación actual, que pueden y deben realizarse en los países de escasos y medianos recursos, una buena parte de ellos gracias a la cooperación. El primero de ellos es colocar al cáncer como la preocupa­ción principal de los programas sa­nitarios de todos los países, porque esta enfermedad puede controlarse mejor con una intervención glo­bal, que abarate y facilite el acceso a los medicamentos oncológicos y la puesta en práctica de protocolos estándar de tratamiento de los cán­ceres pediátricos.

Otro de los retos es tratar de ofrecer una cobertura de seguro universal que permita la detección precoz y el control del cáncer, en especial en poblaciones pobres o aisladas geo­gráficamente. También se debe ayu­dar a reducir las muertes prematuras y mejorar la supervivencia de niños y jóvenes con tratamientos eficaces de las enfermedades infecciosas, del

cáncer, más vacunaciones, control de la desnutrición y otras medidas preventivas. Otro de los desafíos de­bería ser mejorar la educación onco­lógica y paliativa de los profesiona­les de la salud, así como aumentar y fomentar los registros del cáncer que orientan una más adecuada pla­nificación del trabajo sanitario.

PSF considera que es necesario es­timular a los gobiernos a que se es­fuercen por la creación, potencia­ción y mantenimiento de centros oncológicos y paliativos. Todos los grandes hospitales pediátricos de­ben tener equipos interdisciplinares en Cuidados Paliativos. Y también se tienen que promover hermana­mientos entre instituciones oncohe­matológicas de países desarrollados con los países de recursos limitados, pues existen varios ejemplos que son muy exitosos. Estos son una forma práctica de solidaridad que ayuda a cambiar el mundo, porque como decía Franklin D. Roosevelt: «Nues­tro progreso no es si añadimos más a la abundancia de los que tienen mucho, sino si proporcionamos lo suficiente a aquellos que tienen muy poco». Conocer que “la mortalidad en los niños menores de 5 años en África sahariana es 15 veces más alta que en Europa y en Norteamérica, a causa de la infección y malnutri­ción”, no nos debe dejar impasibles.

En resumen, es un libro muy com­pleto y actualizado sobre los Cui­dados Paliativos pediátricos que no puede faltar en las consultas ni en las bibliotecas médicas, de enfer­mería y de los diversos profesionales que intervienen en el cuidado de los niños y adolescentes.

El libro se puede conseguir en: pa­liativossinfronteras@gmail.com y en librerías especializadas.

Wilson Astudillo, neurólogo y médico de familia