Las recomendaciones del Hasting Center
Comisión de deontologíaEl progreso de la ciencia médica y la biotecnología y el aumento de las necesidades humanas y de sus deseos unido a la escasez de recursos para satisfacerlas han producido un cambio radical que obliga a pensar de nuevo si entendemos la medicina en sus justos términos.
Puesto que la condición humana es inseparable de la enfermedad, el dolor, el sufrimiento y, por fin, la muerte, una práctica médica adecuada a dicha condición ha de empezar por aceptar la finitud humana y enseñar o ayudar a vivir en ella.
Los fines tradicionales de la medicina han sido:
1.- Salvar y prolongar la vida.
2.- Promoción y la conservación de la salud.
3.- El alivio del dolor y el sufrimiento.
Sin embargo, los deseos de la población han provocado que surjan demandas fuera de estos fines tradicionales y los valores han cambiado. Hoy, por ejemplo, el mantenimiento de la vida ya no es un fin absoluto y está supeditado a los deseos y a las voluntades anticipadas de los pacientes (principio de autonomía). Hay quien entiende que todo lo que hacen los médicos es medicina, sin embargo no toda intervención que requiera de conocimientos médicos con procedimientos biológicos e incluso invasivos, es medicina. Puede tratarse de una intervención biológica en el cuerpo humano que puede no esté dirigida a la terapéutica ni al diagnóstico de una enfermedad sino dirigida simplemente a la estética. No siempre que estemos utilizando medios biológicos en el cuerpo humano estamos practicando medicina.
No es como decía François Mitterrand cuando en el ocaso del marxismo le preguntaron qué era ahora el socialismo y él respondió: “SOCIALISMO ES TODO AQUELLO QUE HACEN LOS SOCIALISTAS”. ¡¡Toma ya!! . Quiero entender que nunca deberíamos extrapolar esta cuestión. En medicina desde luego no es así y creo que debemos hacer entre todos y por consenso que nunca sea así. La medicina es un bien cultural que tiene que procurar ser fiel a sí misma y mantenerse como algo viable y sostenible (la salud no tiene precio pero sí coste), no dejarse arrastrar por un desarrollo tecnológico imparable. Su ámbito propio “es el bien del cuerpo y de la mente, y no el bien completo de la persona, al que sólo puede contribuir como un factor más, e incluso en ese caso, únicamente en determinados aspectos de la vida”.
El desarrollo tecnológico y científico ha hecho que pacientes que hace 50 años habrían fallecido hoy no lo hacen: respiración asistida, cirugía cardíaca, diálisis..
Pero por otra parte la capacidad de la medicina para mantener con vida cuerpos gravemente enfermos, incluso cuando la salud se ha perdido irreversiblemente, puede provocar el dilema moral de si se debe o no suspender el tratamiento. La Medicina se verá inevitablemente influida por los valores y fines de las sociedades de las cuales forme parte, pero esto no implica que sus propios valores puedan o deban someterse a los mismos, la salida es el punto intermedio manteniéndolos en una tensión que resulte provechosa. La sociedad, por su parte, deberá decidir el tipo y la cantidad de recursos sociales y económicos que pondrá a disposición de la medicina. Para ello, habrá de determinar el peso relativo que se le otorgarán a las necesidades médicas y sanitarias frente a otros bienes esenciales, como los sistemas de vivienda, defensa, educación, empleo y transporte. Diferentes aspectos han sido desarrollados anteriormente en este trabajo que justifican una lectura de cuáles son los verdaderos objetivos de la medicina.
Para la realización de este trabajo inmenso The Hastings Center de Nueva York convocó a un equipo de estudiosos internacionales para el estudio de los fines de la Medicina. Además, recibió la asistencia de varios funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, quienes pusieron a su disposición sus ideas y conocimientos expertos en cuestiones de salud internacional. Los países participantes fueron: Alemania, Chile, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Holanda, Hungría, Indonesia, Italia, el Reino Unido, la República Checa, la República Eslovaca y Suecia. La conferencia de Estados Unidos, celebrada en Detroit en la primavera de 1995, sirvió para presentar el tema al público estadounidense. Con demasiada frecuencia parece darse por supuesto que los fines de la medicina son obvios y se sobreentienden, y que sólo es necesario aplicarlos con sensatez.
Una década ha pasado desde que el Proyecto Internacional del Hasting Center reuniera en Nueva York a un nutrido grupo de expertos para reflexionar sobre los fines de la medicina actual (1). Ver TABLA 1.
En la toma de decisiones debe contar la finalidad y los objetivos que nos planteamos con los pacientes y con los fines de la medicina, pero de forma genérica desgraciadamente nos hemos centrado quizás en exceso en los medios. La atención de nuestros mayores tiene tres excepcionalidades (2) Ver TABLA 2. Una vez definen los fines legítimos de la medicina describen las cuestiones que no son medicina aunque requieran conocimientos médico/biológicos. Los definen como fines erróneos de forma genérica, unos serán inaceptables (moralmente condenables), otros aceptables y otros aceptables en determinadas circunstancias. Ver TABLA 3.
Esta realidad fuerza que tengamos que plantearnos en el futuro cómo vamos a priorizar los gastos, en este momento no nos decidimos a expresar de forma clara cómo vamos a realizar el reparto de recursos.
Todavía estamos en la fase de “es que lo médicos gastan mucho”. De acuerdo, quizás los médicos debamos dejar de decidir “en solitario” con los enfermos y familiares y que la sociedad o sus representantes decidan esta cuestión y definan los límites éticos y posibles económicamente de la atención sociosanitaria y de otros aspectos. Las decisiones serán difíciles y costosas para todos pero aclararán la situación y tranquilizarán a los profesionales.
En el futuro la medicina debería aspirar a:
• Ser honorable y dirigir su propia vida profesional (pero receptiva con la sociedad).
• Ser moderada y prudente (entendiendo la finitud de los seres humanos).
• Ser asequible y económicamente sostenible (adaptándose a las diferentes realidades económicas).
• Ser socialmente sensible y pluralista (en relación con diferentes culturas y en su interpretación de la salud y la enfermedad).
• Ser justa y equitativa.
• Respetar las opciones y la dignidad de las personas.
Tabla 1
LOS FINES DE LA MEDICINA. THE HASTING CENTER |
1.- PREVENCIÓN de la enfermedad y las lesiones, promoción y mantenimiento de la salud. 2.- ALIVIO DEL DOLOR y el sufrimiento causado por la enfermedad. 3.- LA ASISTENCIA y curación de los enfermos y el cuidado de los que no pueden ser curados. 4.- LA EVITACIÓN de la muerte prematura y velar por una muerte en paz. |
Tabla 2
EXCEPCIONALIDADES DE LA ATENCIÓN GERIÁTRICA |
1.- La naturaleza endémica de sus enfermedades y al alargar la vida alargar la evolución de las enfermedades crónicas. 2.- El llamativo numero de personas mayores enfermas. 3.- La necesidad de realizar elecciones morales difíciles en la asistencia en particular en personas incompetentes y gravemente incapacitadas. |
Tabla 3
LOS FINES ERRONEOS |
INACEPTABLES: • La tortura • Causar dolor • Provocar miedo para controlar • Participación en la pena de muerte • Investigación en humanos sin consentimiento • Eutanasia y suicidio asistido (en debate en algunas sociedades) ACEPTABLES: • Cirugia Estética (con excepciones)* • Medicina Forense • Tecnicas de planificación familiar (¡ojo! intervienen las creencias/valores) • Reconocimiento psiquiátrico para conocer responsabilidad penal. • Técnicas de ADN y fluidos corporales para identificación ** • Drogas para mejorar la naturaleza humana y sus rendimientos (con límites)***. |
Notas: * Una cosa es la cirugía de reconstrucción y de malformaciones y otra la extravagancia de determinados clientes. ** Podemos conocer si un embrión no es viable por una enfermedad genética a través de los fluidos. Además se puede saber el sexo del feto para interrumpir un embarazo. ***No hay consenso todavía para definir lo que se consideraría una mejora. En determinadas ocasiones (por ej. en atletas) es ilegal.
BIBLIOGRAFÍA
1.- Los fines de la Medicina. El Establecimiento de unas nuevas Prioridades. Proyecto Internacional del Hasting Center. Ed. Fundación Grifols. Barcelona 2004.
2.- Ross D. Lo Correcto y lo Bueno. Editorial Sígueme. Salamanca. 1994
Enrique Arriola Manchola