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ONG Ojos del Mundo: La Covid-19 nos ha obligado a reorientar nuestros proyectos

COOPERACION INTERNACIONAL

Ojos del mundo/Munduko begiak recibió una de las Ayudas a la cooperación y el desarrollo 2020 que cada año entrega la Fundación del Colegio de Médicos a distintos proyectos de cooperación presentados por colegiados cooperantes.

La ONG interviene en la región de Mopti, Mali, desde 2008 donde contribuye a hacer que las personas con deficiencias visuales, especialmente las más vulnerables (mujeres y/o niños/as) y con menos acceso a los recursos, puedan recibir atención oftalmológica de calidad por parte de sus servicios locales de salud y a crear las condiciones para disminuir la incidencia de las patologías oculares en el territorio.

Miren Rodríguez, coordinadora de Ojos del mundo en Euskadi, y María Tavera, coordinadora de uno de los otros proyectos que la Fundación tienen en marcha (Ojos de Sáhara), nos han hablado sobre la situación de los diferentes proyectos en activo y de cómo se está trabajando en un contexto de emergencia sanitaria mundial debido a la COVID-19.

¿En qué manera os ha afectado esta crisis  sanitaria?

En este momento, en los campamentos de personas saharauis refugiadas en Tindouf (Argelia) no hay personal desplazado por parte de la Fundación. Se han cancelado las comisiones tanto formativas como quirúrgicas.

Sin embargo, lo positivo de nuestra situación es que al contar con equipos permanentes de personal local ya formado, se puede seguir trabajando a favor de la salud ocular sin que el cierre de fronteras nos afecte tanto.

¿Cómo se prepara una ONG ante una situación como la actual?

Aquí, en las sedes, adaptando los recursos humanos y materiales a la situación: teletrabajo, medidas de protección para las personas que necesitan acudir al puesto de trabajo y  reorganización de espacios en sede. En terreno, el teletrabajo es muy complicado de implementar: se dota a trabajadores y voluntariado de materiales de protección y se reconsidera la realización de algunas actividades de acuerdo con la situación de cada territorio, en cada momento.

¿Habéis podido continuar con vuestros proyectos?

Ha habido que reorientarlos. En algunos casos hemos tenido que aplazar actividades que exigían desplazamientos, concentración de personas…. Pero hemos podido mantener otras especialmente necesarias como las campañas  de información y sensibilización sobre higiene ocular, aprovechándolas también para tratar las medidas para evitar el contagio de COVID-19 y dotar en la medida de lo posible de materiales para ello. Y, sobre todo, hemos conseguido garantizar la atención de las urgencias oftalmológicas.

¿Tenéis previstas nuevas salidas? 

De momento no hay fecha para poder desplazarnos a los campamentos de personas saharauis refugiadas. La frontera está cerrada. No obstante, el trabajo de los técnicos locales sigue en marcha atendiendo a la población de los diferentes territorios.

¿Qué objetivos se plantea la ONG a medio y largo plazo?

A medio plazo, los objetivos son diferentes según la circunstancia concreta de cada proyecto en Mali, Mozambique, Bolivia o los campamentos de personas refugiadas saharauis.  Pero en términos generales, el trabajo se centra en la formación de personal local para garantizar la constitución de estructuras estables en los territorios. Otro objetivo es el de conseguir dotar de medios materiales a los centros sanitarios y hospitales. Asimismo, se trata de lograr que las autoridades locales se comprometan a dotar de recursos, en la medida de sus posibilidades, de sus  departamentos de salud ocular.  Todo ello, trabajando para que todas las personas reciban de manera equitativa igualitaria una atención oftalmológica de calidad; para ello se refuerza la atención a las mujeres y niñas, que sufren más dificultades aún que los hombres para acceder a su derecho a la salud ocular.

A largo plazo, y como explicita nuestra “Visión”, Ojos del mundo aspira a un mundo en el que no existan personas innecesariamente ciegas, contribuyendo, por tanto, a hacer efectivo el derecho a la visión.

¿Por qué es importante que en un momento como este la cooperación no se detenga?

Porque la enfermedad siempre ataca en mayor medida al más vulnerable. La pandemia es un hecho mundial. Hemos de velar por la salud de todas las personas del planeta, sobre todo por justicia, pero también en términos prácticos porque mientras existan focos en cualquier lugar del planeta, no habrá seguridad para todos. En términos de salud ocular, la pandemia ha incrementado las diferencias entre las poblaciones, dejando en una situación de precariedad extrema a las personas con un acceso más limitado a los servicios de sanitarios.

¿Qué campañas tenéis previstas desde la ONG próximamente?

Estamos trabajando para que cada vez haya más personas conscientes de la necesidad de garantizar el derecho universal a la visión e implicarse en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda 2030. Por un mundo donde todas las personas de todos los territorios tengan la mejor visión posible.

Quien quiera contribuir a la labor que realizamos, puede informarse más sobre nuestra ONG en nuestra web ayudarnos a difundir, sensibilizar… a la población de nuestro entorno sobre la necesidad imperiosa de trabajar en favor de la salud global. Debemos aprovechar esta circunstancia desfavorable para ponerla como ejemplo de que si no todos tenemos salud, nadie tendrá una salud completa ni segura.

- SITUACIÓN LOCAL -

¿Cuál es la situación actual en los campamentos en cuanto a contagios?

Si bien la situación en número de casos no es elevada, la falta de medios y la reducción en el stock de medicamentos (debido a las restricciones de envíos/movilidad) están complicando la situación sanitaria. Hay que señalar también que hay un elevado porcentaje de población con patología crónica como diabetes e hipertensión.

¿Cuáles son las medidas que se han tomado y cómo está reaccionando la población de los campamentos?

Al inicio de la pandemia y con el aumento de número de casos en Argelia, se realizó una cuarentena también en todos las wilayas (asentamientos), incluyendo el cierre de escuelas, así como la suspensión del programa de vacaciones en paz. Durante este periodo se realizaron campañas de prevención entre la población, las cuales a día de hoy siguen estando activas.

Las escuelas comenzaron después la actividad con protocolos de prevención: las/os menores acuden a las escuelas con medidas de protección individuales (mascarillas).

Actualmente, no hay restricciones de movilidad en campamentos, ni con la ciudad argelina más cercana, Tindouf.

 

Hablamos con Miren Rodríguez y María Tavera.

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