Ya había muchas deficiencias en Atención primaria ( AP ) antes de la llegada de la Covid 19, pero la pandemia ha hecho que entre en una crisis profunda.

La pandemia ha puesto de manifiesto las carencias de la asistencia sanitaria. Los pacientes han perdido el contacto con sus médicos de familia y pediatras, y las consultas telefónicas no han resuelto los problemas ni han cubierto las necesidades asistenciales. Los pacientes, niños y adultos, necesitan una atención presencial y un fácil acceso a sus médicos.

Para superar la crisis es  necesario y urgente hacer cambios profundos, y ahora es el momento.

Una simple ecuación resume en pocas palabras lo que el Sistema necesita para mejorar la asistencia sanitaria en AP.

Número limitado de enfermos + tiempo de consulta suficiente + medios técnicos necesarios + retribución adecuada = Asistencia correcta

Es preciso hacer algunos comentarios de cada término de la ecuación:

Para que haya un número limitado de enfermos en la consulta diaria,  es necesario crear más plazas de pediatría ,medicina familiar y enfermería; y por lo tanto,  aumentar lo que sea preciso la inversión en Sanidad.

En cuanto al tiempo de consulta por paciente, ha de ser al menos de 10 a 15 minutos, esto como es lógico es variable, según el motivo de la consulta.

Contar con los medios técnicos y complementarios necesarios, se da por supuesto. Y por último hay que  retribuir adecuadamente a los profesionales.

Habría que añadir la labor de la enfermera que debidamente preparada ha de trabajar en sintonía con el  médico. Su labor es fundamental y permite que la consulta sea más fructífera y se aproveche mejor el escaso tiempo disponible; por ejemplo: dedicar unos minutos  a cada paciente en comentar normas de prevención de la enfermedad y de educación para la salud, aclarar dudas (...). En pediatría se hace indispensable y la enfermera tiene una labor esencial suficientemente conocida, que no es necesario detallar aquí.

El buen funcionamiento de este primer eslabón de la cadena sanitaria es fundamental para que el Sistema funcione correctamente y lo haga mà eficaz.

En los Centros de salud el médico trabaja sólo, con un número excesivo de pacientes, y con un tiempo limitado que causa frustración por ambas partes y deteriora la relación médico paciente, lo que inevitablemente resta eficacia al acto médico.

Es urgente recuperar el prestigio perdido de la AP, que en la década de los 90 del pasado siglo alcanzó su cota más alta, especialmente en la asistencia pediátrica. Hay que introducir con urgencia mejoras y corregir  deficiencias. Crear un entorno gratificante en las Centros de salud, para que el personal sanitario pueda desarrollar eficazmente su trabajo y sentirse satisfecho de su cotidiana labor.

Finalmente, es necesario facilitar la Formación Continuada de pediatras y médicos de familia. Y de todo el personal sanitario. Hay que exigir que todos los profesionales se aproximen  a la excelencia en su trabajo; pero también, hay que crear  incentivos que favorezcan el aumento de la motivación y autoestima, para que la vocación no sufra menoscabo alguno.

Dr. Francisco Muñoz García. Pediatra. San Sebastián.