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UNIPROMEL denuncia los bajos honorarios que perciben los médicos de privada por parte de las compañías aseguradoras

Reportajes

Unipromel, la asociación profesional-empresarial de médicos de ejercicio libre en la sanidad privada y que agrupa a unos 20.000 profesionales de toda España, denuncia los «bajos honorarios» que perciben los médicos de la sanidad privada por parte de las compañías aseguradoras y de grandes hospitales a través de contratos de adhesión, que no se revisan anualmente y con imposiciones contractuales «en muchos casos abusivas»

En este sentido, proponen baremos propios de 30 euros por consulta, frente a los siete que pagan en la actualidad las aseguradoras. Según su presidente, Ignacio Guerrero, «no se puede atender a los enfermos a un coste tan bajo cuando las aseguradoras cobran cuotas mensuales sustanciosas a los pacientes, que buscan en la sanidad privada una medicina de calidad». Para el despacho de Navas&Cusí, que ha interpuesto una queja ante el Parlamento Europeo por los abusos de las aseguradoras con los médicos, «estas empresas están actuando como un cartel, porque se ponen de acuerdo en sus tarifas y eso es del todo ilegal, tanto en España como en la Unión Europea».

Tal y como critican, el precio por la primera consulta sigue por debajo de los 20 euros (llega al extremo de 5 euros); el de una revisión, por debajo de 10 euros, y las sucesivas no se pagan. «Para este tipo de consultas, la hora de un médico, a precios de mercado, debería rondar los 100 euros», reivindican desde Unipromel.

En Europa, especialmente en Alemania y Francia, la retribución de un médico oscila entre los 60 y los 100 euros por consulta; las intervenciones menores, entre 500 y 600, y las complejas, entre 3.000 y 6.000 euros. Por ello, desde esta asociación reivindican recuperar el control y la autoridad de los médicos cuando ejercen en la sanidad privada como profesionales libres, como autónomos o como pequeños empresarios «frente a otras grandes patronales que agrupan a las aseguradoras o a los grandes hospitales o a ambos, como UNESPA, ASPE o Fundación IDIS».

Así, la asociación advierte de que las compañías de seguros españolas, a diferencia de las europeas, imponen sus honorarios a los profesionales médicos privados, llamados baremos, «sin permitir una negociación a los médicos y con desconocimiento de los pacientes».

En caso de no aceptar esas tarifas, corren el riesgo de ser expulsados del cuadro médico de esa compañía. Del mismo modo, señala que los nuevos modelos de práctica privada están afectando a la calidad de la asistencia médica prestada a los pacientes, como consecuencia de las condiciones impuestas a los médicos por las compañías de seguros y los grupos hospitalarios.

Por todo ello, Unipromel pide que se cambie el sistema de baremos de 1988 y 1989 «al que se siguen aferrando las compañías aseguradoras» para pagar con unos precios «de vergüenza» a los médicos de seguros privados y ha propuesto seguir otros modelos europeos, como el francés o el alemán, y que los fijen las asociaciones de médicos y el Ministerio de Sanidad.

Además, ha criticado que las aseguradoras actúan con «un ejército de médicos autónomos», ya que «saben que, aunque paguen mal, el servicio que va a prestar el médico va a ser más que aceptable», y que estas empresas «lo que tienen que poner es lo que cubren» con cada póliza y fijar los copagos, como ya hacen. «El mínimo que pagan a los médicos deben fijarlo las asociaciones de médicos y el Gobierno, como en Alemania o Francia», defienden.