La clave: escuchar a los profesionales
Tribuna AbiertaUna idea tan sencilla es lo que demandan, desde hace días, los jefes de servicio del Hospital Donostia en sus reivindicaciones. Que se les escuche, que se les pregunte, que se tengan en cuenta sus conocimientos técnicos y su experiencia a la hora de tomar decisiones relevantes desde las esferas directivas y políticas.
Esta crisis tiene, sin duda, múltiples lecturas, pero sobre todo ha puesto encima de la mesa diversos conflictos que se viven en la organización desde hace años, basados casi todos, me atrevería a decir, en la falta de escucha, no sólo a los jefes de servicio que se han puesto en pie, también a las y los adjuntos y a los compañeros de Atención Primaria. El descontento y la desmotivación entre el colectivo médico es hoy en día muy general en el Hospital Universitario de Donostia y desde el Colegio de Médicos llevamos años atendiendo a compañeros y compañeras que además de no ser escuchados, se sienten ninguneados y poco valorados en sus puestos de trabajo. La sensación de verticalidad y del “ordeno y mando” es, la verdad, muy preocupante.
En cuanto a la centralización de los servicios, quisiera recalcar que en el terreno de la salud, ante situaciones de escasa prevalencia y que requieren gran complejidad técnica para su resolución, lo recomendable es concentrar los casos en un solo centro, en el que exista un equipo altamente cualificado con la experiencia suficiente y con una curva de aprendizaje bien asentada. Esto es lo que recomiendan las Sociedades Científicas, que agrupan a especialistas del mismo campo.
Concretamente, el Grupo Español de la Carcinomatosis Peritoneal, que pertenece a la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica, avala las recomendaciones que en su día trasladó por carta el Jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Donostia (HUD), el Dr. Jose María Enriquez-Navascués, a la Consejera Miren Gotzone Sagardui, pidiéndole que no autorizara al Hospital de Cruces el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal de origen ovárico mediante técnica HIPEC. La carta no obtuvo respuesta. No se escuchó a quien más sabía.
Algo parecido puede decirse de la intención de cerrar el Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital de Basurto y llevarlo todo a Cruces, cuando el posicionamiento de la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular es muy claro: recomienda unificar ambos servicios bajo una jefatura única, sin cerrar ninguno de los dos y priorizando las intervenciones más complejas en uno de los dos. Tampoco en esta ocasión se ha escuchado a quien más sabe.
Parte del conflicto suscitado en el Hospital Universitario de Donostia se ha desencadenado, precisamente, por autorizar al Hospital de Cruces a tratar la carcinomatosis peritoneal de origen ovárico mediante técnica HIPEC, cuando el centro de referencia para la técnica HIPEC era la Unidad de Cirugía Oncológica Peritoneal de Donostia.
Evidentemente, ha habido más razones para el enfrentamiento entre el equipo directivo del HUD y la Consejería de Sanidad: el futuro de Onkologikoa, la incapacidad de gestionar los recursos humanos o los perfiles de determinadas plazas atendiendo a las necesidades reales del HUD, algunos traslados de pacientes desde la Clínica de la Asunción de Tolosa con complicaciones no justificadas…
Esta “falta de concordancia con los objetivos de la Organización” ha sido la justificación para cesar de forma dictatorial al equipo directivo del HUD, es decir, dicho de otro modo, no querer escuchar a quien no está de acuerdo con las decisiones que se toman. Pero sería injusto obviar también que ese equipo directivo cesado pecó en ocasiones de la misma falta de escucha hacia muchos compañeros y compañeras, cesando en su día a algunos jefes de servicio y o forzando su salida, haciendo oídos sordos al malestar de muchos médicos en servicios de gran importancia (la crisis en el servicio de digestivo es más que evidente desde hace años), lo que ha hecho que algunos médicos no hayan hecho suya, o al menos no del todo, esta crisis.
Durante los últimos días, parece que se ha abierto un diálogo entre el Gobierno Vasco y los Jefes de Servicio, algo que desde el Colegio de Médicos seguimos con mucho interés y que esperemos sirva para, esta vez sí, escuchar a los que entienden de los problemas asistenciales. Si sus opiniones, sus puntos de vista técnicos, se hubieran tenido en cuenta antes, probablemente no se hubiera llegado a esto.
Hace años, en los Hospitales, existía lo que conocíamos como la Junta Facultativa, una reunión periódica de los Jefes de Servicio con la Dirección, una buena forma de hacer llegar a los gestores los problemas que se iban detectando en cada especialidad.
A lo mejor es el momento de retomarla y trabajar al lado, codo con codo, y no de forma vertical, para mejorar entre todos nuestro sistema de salud al que tantos retos le esperan en los próximos años.
Iñaki Eizaguirre Sexmilo, vicepresidente del Colegio, ex jefe de servicio de cirugía pediátrica del HUD y ex-presidente de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica