La sisifemia: el trastorno provocado por una excesiva carga laboral
EntrevistasENTREVISTA A JOSE MANUAL VICENTE PARDO
Entrevistamos a Jose Manuel Vicente, especialista en medicina evaluadora y pericial, para conocer más de cerca la sisifemia, trastorno provocado por una excesiva carga laboral y que puede derivar en enfermedades psíquicas o físicas de graves consecuencias para la salud.
- ¿Qué es exactamente la sisifemia?
La “Sisifemia” sería el padecimiento con agotamiento físico y mental del trabajador incansable condenado a la ingente tarea de lograr alcanzar un objetivo inalcanzable, para volver a empezar cada día con la misma condena y la repetida frustración de no verse capaz, a pesar de que está haciendo lo máximo posible en el trabajo. Por ello, alarga la jornada en un intento de atender a una tarea que no puede postponer, lo que supone el hacer día tras día un esfuerzo heroico por alcanzar el objetivo diario.
- ¿Se trata de un trastorno nuevo o es que es desconocido?
Sí es nuevo en su denominación y en su definición. Este trastorno guarda relación con los tiempos que sufrimos en un mundo laboral donde prima la competitividad a cualquier precio, donde abunda la precariedad laboral o la sobrecarga laboral con alta carga mental por plantillas insuficientes o incremento de tareas sin aumento de plantillas.
La causa de la sisifemia está en el desequilibrio entre la alta demanda de trabajo y la difícil capacidad de dar repuesta dentro de la jornada laboral; este desequilibrio aumenta las tareas pendientes salvo dedicación extenuante y prolongada por la dificultad para resolverlas a tiempo, y todo ello día tras día, como la maldición de Sísifo.
No debemos mezclarlo con el desgaste profesional o burnout o síndrome del trabajador quemado, que hace referencia a la cronificación del estrés laboral. La sisifemia es algo más específico: es el agotamiento del trabajador “incansable” con unas características personales que llevan a esta denominación, debido a someterse día tras día a tener que cumplir objetivos inalcanzables incluso más allá de la jornada habitual, como una condena. Por ello, afecta en pocos años, y no como el burnout que sucede tras una larga historia laboral cuando el trabajador acaba desmotivado o desgastado o quemado; en la sisifemia el trabajador afectado es un trabajador entregado totalmente, incluso hasta la extenuación.Además, la sisifemia no sólo causa deterioro psicológico sino también agotamiento físico y enfermedades físicas.
- ¿Cómo se manifiesta?
El cansancio mental progresivo va disminuyendo la capacidad de permanecer con atención y concentración en una tarea, va provocando fallos de memoria, embotamiento, disminución del insigth, de la capacidad de enjuiciamiento rápido, lo que en trabajos con alta responsabilidad y toma de decisiones rápidas y comprometidas como la medicina, por ejemplo, supone una progresiva pérdida de rendimiento, un sentimiento de incapacidad para resolver la tarea diaria. La respuesta ante todo eso, además, se traduce en una mayor dedicación de tiempo al trabajo sin descanso, ampliando la jornada, incluso trabajando fuera del trabajo para poder resolver lo pendiente.
Así, progresivamente, el cansancio mental y físico va haciendo mella. Se incrementa el sedentarismo, pueden aparecer trastornos del sueño, cansancio diurno, aumentado por la no dedicación de tiempo al descanso, ansiedad constante, progresiva pérdida de agilidad, recurrencia a fármacos ansiolíticos o hipnóticos o estimulantes asumidos socialmente (café, tabaco, bebidas energéticas, alcohol) o tóxicos, etc. La permanencia” cerebral” en modo protección continuo (estrés y carga mental continuada), sin la desconexión necesaria reparadora lleva al agotamiento hormonal y neuropsíquico.
- ¿En qué medida afecta a las personas, y en concreto, al colectivo médico?
Puede haber un componente personal o de “forma de ser”. Lo “personal” está en la génesis de la sisifemia, pues no todas las personas sometidas a sobrecarga mental continua la sufren, pero un perfil de personas tiene un mayor riesgo de padecer sisifemia: perfeccionistas, personas con alto sentido de la responsabilidad, workaholic (adictos o dependientes del trabajo), trabajadores con personalidad anancástica (obsesión por la perfección y el detalle), personas altamente exigentes consigo mismas, meticulosas, cumplidoras, implicadas con el trabajo.
El sector de actividad laboral también condiciona la aparición de la sisifemia. Es frecuente que se de en actividades financieras, consultorías, auditoras, comunicación, despachos de abogados, sanidad, universidad, investigación, altos niveles de la administración, comerciales, inteligencia artificial… En general actividades de alta responsabilidad con obligada dedicación extrema, continuada exigencia, que requieren de resoluciones apremiantes, con exclusiva y muy alta carga mental, y necesarias prolongaciones de jornada para cumplir objetivos.
- ¿Cómo podemos detectarlo y en su caso, tratarlo?
Cuando el tiempo de trabajo nos deja sin tiempo de descanso o de ocio o de relación, ya tenemos un aviso. Cuando la situación que padecemos a costa de esa forma de trabajar afecta a las emociones, al sueño, a nuestro rendimiento ordinario… deberíamos ya darnos cuenta de que algo no va bien. Cuando nos hemos vuelo más irritables o hemos perdió la ilusión por vivir la vida más allá del trabajo, cuando no se piensa en otra cosa que el trabajo y se piensa y vive para el trabajo más allá del trabajo, cuando abandonamos las actividades de ocio que teníamos, o las actividades de relación que manteníamos, cuando empezamos a caer en necesitar ansiolíticos o hipnóticos para dormir y estimulantes para trabajar, cuando vivimos con la tensión permanente del trabajo expandida más allá del mismo… sin duda ante todo ello lo que debemos hacer es parar y pedir ayuda.
- ¿Por qué el colectivo sanitario es uno de los que más padece este trastorno?
En la actividad sanitaria convergen varias situaciones: jornadas prolongadas, tensión continuada, sobrecarga mental continua, tareas de difícil realización, urgencia y alta responsabilidad en el actuar diario, y trabajo inagotable, un cóctel que termina abocando en la sisifemia.
Además, el déficit estructural del sistema sanitario endémico y prolongado obliga a un desempeño del trabajo sanitario con una ecuación desequilibrada entre elevada demanda y escasos recursos por plantillas insuficientes, lo que sólo se resuelve desde los responsables sanitarios con explotación laboral mayor carga, mayor exigencia tendencia a la prolongación de jornada.
- ¿Tiene especial incidencia en los MIR?
Por supuesto, porque es un colectivo en etapa de formación, con gran parte de su actividad laboral en forma de atención continuada, guardias, con turnos sobrecargados con acumulación elevada de horas, jornadas prolongadas y una dedicación extra al estudio. Entre las reivindicaciones de los MIR está la mejora de las condiciones de trabajo con mejor regularización de las jornadas de guardia y descansos, y un ajuste de la carga de trabajo diario. Es llamativo como los médicos en formación renuncien a determinadas plazas que antaño eran muy atractivas para pasar dedicaciones a especialidades más cómodas u optar por trabajos menos acuciantes.
- ¿Qué deberían hacer las empresas/instituciones para prevenir este trastorno en sus plantillas de profesionales?
Para prevenir la sisifemia hay que proceder a la adecuación de la carga de trabajo a los efectivos profesionales, limitación del volumen de consulta, ampliación de plantillas y mejora de la gestión sanitaria… no con medidas coyunturales o planes de contingencia que parcheen los problemas y calmen las reivindicaciones, sino con una transformación profunda. Hay que apostar por una evaluación de los riesgos psicosociales y asumir cambios para minimizarlos.
Por otro lado, la empresa debe formar al trabajador en disponer de las habilidades necesarias para reconocer el daño en salud mental y el adecuado manejo del trabajo y dedicación. Cursos de mindfulness, meditación, relajación, promoción de la actividad física y control de malos hábitos de consumo.
Entrevistamos a Jose Manuel Vicente, especialista en medicina evaluadora y pericial