Medikuen Ahotsa

Conocemos más de cerca la labor de la Fundación Mukwano Lagun

Entrevistas

La fundación Mukwano Lagun, cuyos orígenes se centraban en la odontología y medicina, trata ahora en dar amparo, protección y cubrir las necesidades básicas de niños en situaciones precarias. Hablamos con nuestra compañera médica Eva Rua para conocer más de cerca su labor.

  • Lo primero zorionak ya que habéis sido una de las ONGs beneficiadas este año por las ayudas de la Fundación COMGI. ¿A qué destinaréis el dinero?

En primer lugar, quiero agradecer al colegio de médicos de Gipuzkoa la labor de ayuda que realiza, labor que yo no conocía bien hasta que comencé a participar en el mundo de las ONG, de sus proyectos y necesidades. Como en otros muchos aspectos de nuestras vidas y trayectorias profesionales, tendemos a desatender muchos aspectos que están a nuestro lado y no les damos la importancia que merecen. Por eso, ahora que soy consciente de la importancia que tiene para los médicos cooperantes de Gipuzkoa el poder contar con el apoyo de nuestro Colegio, quiero reiterarles nuestro agradecimiento desde Mukwano Lagun, y creo no equivocarme si lo hago también en nombre de las otras ONGs. Estas ayudas contribuyen a mejorar la calidad de vida de muchas personas realmente necesitadas y aportan un pequeño respiro en este mundo lleno de necesidades, permitiendo que los cooperantes médicos continúen con su labor.

Centrándome en el destino de la ayuda que nosotros hemos recibido, tal y como se comentó en la jornada de Cooperación, esta va destinada a sufragar los gastos derivados de la detección de los casos de malaria, así como a la subvención del tratamiento de los casos confirmados en los niños escolarizados en Mukwano Lagun. La alta incidencia de la enfermedad en los niños de la escuela y la falta de control del tratamiento fue lo que nos motivó para iniciar este proyecto.

  • ¿Cuándo y con qué objetivo nace La fundación Mukwano Lagun?

La fundación Mukwano Lagun lleva más de 17 años de funcionamiento en Uganda. Se creó con el objetivo de iniciar la escolarización de los niños de 3 a 6 años pertenecientes a la parte de la población más necesitada de una pequeña aldea de Jinja (Uganda). Y lo que empezó siendo un proyecto escolar pasó en poco tiempo a ser, además, la garantía del sustento alimentario de los niños escolarizados, además de ser el proyecto laboral de todos sus trabajadores y familias. Hoy en día Mukwano Lagun escolariza y alimenta a diario a 150 niños, da empleo estable a sus 17 trabajadores y colabora en sufragar los ingresos hospitalarios, los gastos sanitarios, la alimentación y las necesidades diarias de varios casos específicos domiciliarios especialmente necesitados.

  • ¿Cuáles son las necesidades existentes en cuanto al ámbito de la salud en los terrenos en los que trabajáis?

Las necesidades de salud de la población que atendemos son inmensas y en todas las áreas, lo que nos obliga a centrarnos en algunas áreas específicas.

En nuestro caso, y tras un primer contacto con la población, lo primero que nos resultó alarmante fue el alto número de casos de Malaria que diagnosticamos, y vimos la importancia de un adecuado diagnóstico, de un tratamiento correcto y de garantizar que el mismo se complete en su totalidad. Fue terrible descubrir que muchos niños enfermos no completaban sus tratamientos, por falta de recursos económicos y por falta de concienciación suficiente de sus padres. Es muy duro ver las secuelas que deja una enfermedad que precisa tan sólo de tres días de tratamiento, y que podrían evitarse si este se implementa de la forma correcta.

Vimos también que la población no estaba concienciada de la importancia que tiene para su salud el uso de las mosquiteras y otras medidas básicas de salubridad, como la higiene de manos, el tratamiento de residuos, el control de las zonas húmedas…

Lo dicho hasta ahora se refiere a las consecuencias de la malaria, pero no podemos dejar de mencionar la alta incidencia de ITS, HTA, anemia falciforme y otras muchas enfermedades abordables y resueltas en nuestro medio y que suponen un auténtico problema de salud en estos países.

  • ¿Cómo los abordáis?

Tras nuestro primer contacto con la escuela y sus trabajadores nos quedó claro que la Malaria y sus secuelas era uno de los problemas más graves a abordar. Porque afecta a la población infantil, que es especialmente vulnerable, y porque, tras ahondar en el tema, pensamos que es posible intervenir en él aún en la distancia. La intervención tiene dos objetivos: el primero es que los trabajadores de la escuela sean autónomos para manejarse en el diagnóstico y tratamiento correcto de los casos de Malaria por medio de un protocolo que ellos siguen y que nosotros supervisamos desde aquí. El segundo objetivo es que, durante el tiempo de escolarización de estos niños, los casos de fiebre sean testados para descartar Malaria y, en caso de que el test sea positivo, supervisar y subvencionar la totalidad del tratamiento desde la ONG.

Este proyecto se ha ampliado, además, a los trabajadores de Mukwano Lagun.

  • En estos años, ¿cuáles dirías que han sido sus logros más importantes?

Sin duda, la labor más importante de Mukwano Lagun es, y ha sido, el inicio de la escolarización de los niños y niñas de una población llena de necesidades de todo tipo. A esto hay que añadir la alimentación de estos niños, canalización de agua en la escuela para la cocina, la instalación de letrinas, y otras actividades. Todo ello ha sido posible porque se ha conseguido mantener un equipo de profesionales y sus puestos de trabajo, incluso en momentos tan difíciles como la pandemia de COVID de hace pocos años.

Y, ahora, nos proponemos ampliar nuestra labor con este proyecto de atención a los niños con malaria. Necesitaremos tiempo para que sus efectos puedan verse, pero esperamos poder alcanzar, al menos, algunos de nuestros objetivos.

  • En cuanto a tu labor, ¿Qué te impulso a ser cooperante?

Por un lado siempre había tenido el gusanillo de acudir a ayudar a otras poblaciones con necesidades radicalmente distintas a las nuestras. La oportunidad surgió cuando el marido de una paciente de mi cupo me habló de su organización; yo insinué que me gustaría poder ayudar y él recogió el guante y nos abrió las puertas de Mukwano Lagun tanto a mi como al Dr. Aldanondo.

  • Hay compañeros médicos jóvenes que sueñan con ser cooperantes y otros que dudan si serán capaces de trabajar en terrenos complicados. ¿Qué les dirías a unos y a otros?

Quiero que mi mensaje sea claro para aquellos que sienten y sueñan con ser cooperantes: que no lo duden y den el paso. No hay medicina más satisfactoria que la que cubre aspectos básicos de los que en nuestro mundo ni siquiera somos conscientes (evitar crisis febriles en niños, educar en el tratamiento y uso  de broncodilatadores, abordar ITS e ITU sin test confirmatorios, neumonías , parasitosis y un largo etc), y todo ello con poco más que un fonendo y acceso (cuando hay luz eléctrica y wifi) al UpToDate o al Dosis Pedia.

Con respecto a si serán capaces de adaptarse a terrenos complicados y difíciles, no me queda la más mínima duda: una vez que estás allí es tal la necesidad que ves, que sin querer te involucras y te acondicionas a las circunstancias. No voy a negar que sea duro, difícil y estresante estar en estos países, y es indudable que esto supone poner en cierto riesgo tu nivel de salud y tu zona de confort. Pero verlo y vivirlo te ayuda a situarte, a dar valor a lo que tienes y relativizar otros problemas.

No quisiera acabar sin que me permitáis incidir en dos aspectos que, a mi entender, son importantes.

Por un lado quiero hacer un llamamiento a las instituciones y a las organizaciones sanitarias, para que faciliten su labor a los profesionales médicos que acuden a ayudar a ONGs. Los viajes a estos países se hacen, en general, a costa de permisos sin sueldo o a base de gastarse los días de vacaciones. Las organizaciones deberían apoyar y colaborar para que, cuando se acude a estos países, esto no suponga una merma en el sueldo de los profesionales ni un recorte en sus días de descanso. El acudir a las ONGs a ayudar ya supone un desembolso económico personal importante y, además, la estancia y el trabajo realizado genera un estrés y un cansancio que, posteriormente, requiere un periodo de recuperación del que no se dispone porque se ha usado para viajar como cooperante. Es necesario que se reflexione y se actúe sobre ambos aspectos.

El otro punto a tener en cuenta (y que creo también debería debatirse e intervenir en él) es el aspecto de la formación. ¿Como puede ser que cualquier rotación en un servicio, aportación con posters o comunicaciones a congresos o un curso online puntúen para mi expediente profesional y que mi experiencia y colaboración en una ONG caiga en saco roto?. 

Dada la importancia de la cooperación a poblaciones con un sin fin de necesidades y lo enriquecedor que nuestra ayuda supone para nuestra formación y trabajo posterior espero que estos dos aspectos que he comentado se tomen en cuenta. Ello ayudara sin lugar a dudas a que otros compañeros se animen y den este paso del cual sólo siempre sales ganado.

 

Una de las ONGs beneficiadas por las ayudas de la Fundación COMGI 2024