¿Por qué le has dicho a mi prima que yo estaba ingresada en el hospital?
Comité de Ética AsistencialDespués de muchas semanas sin poder ver a sus padres, Aitor ha ido este fin de semana al pueblo donde está la casa familiar. Aitor trabaja en el hospital, y le ha tocado vivir en primera línea la crisis de la Covid 19 como médico en una de las plantas dedicadas a las personas infectadas. Por precaución, dado el alto riesgo de contagio que se soportaba en los hospitales, Aitor no ha visto a sus padres desde que se decretó la alarma sanitaria, y han sido sus hermanos los que se han ocupado de ellos. Ahora que la situación está más tranquila, y por primera vez en los últimos meses, ha ido al pueblo en el que vivió hasta que se trasladó a la capital para estudiar Medicina.
La familia de Aitor es de un pequeño pueblo de no más de 2.000 habitantes en el que prácticamente se conocen todas las familias. Cuando sale a hacer la compra para sus padres se encuentra con Elena, a la que conoce de toda la vida. Elena y Aitor son más o menos de la misma edad, así que anduvieron en el mismo curso en la ikastola y posteriormente, como ocurre generalmente en los pueblos pequeños, compartieron cuadrilla con los otros jóvenes de su edad.
No se han visto en bastante tiempo y se ponen al día enseguida. Elena le pregunta por la situación en el hospital, por sus padres, y él también se interesa por la familia de Elena. Ella le responde que ha vivido la situación con mucha angustia, aunque ahora que las cosas van mejor intenta ser más positiva, “y pensar que al fin y al cabo toda la familia estamos bien”. “Claro que sí –le responde Aitor- a tu prima Arantza también le daremos mañana mismo el alta. Aunque tenga que seguir unos días más en aislamiento, su evolución ha sido muy buena y ya se puede ir a casa”.
Cuando al día siguiente Aitor va a la habitación de Arantza a darle el alta, ésta le dice que le ha llamado su prima Elena muy enfadada porque no le había dicho nada de que estaba ingresada.
Aitor sale desconcertado de la habitación. La única intención del comentario que le había hecho a Elena era animarla y ayudarle a ver las cosas en positivo, pero ahora piensa que quizá su actuación no había sido la adecuada. Se da cuenta de que no ha respetado su deber de confidencialidad con una paciente, y que su amistad con Elena no justifica haberle dado datos de su prima sin la autorización de ésta, porque son datos personales sanitarios de Arantza, que constituyen parte de su privacidad e intimidad personal y de los que, por tanto, sólo ella puede disponer o comunicar.
Antes de que Arantza deje el hospital Aitor vuelve a entrar en su habitación a pedirle perdón. Reconoce su error, y siente haber sido el causante de un conflicto entre las primas. Se ofrece también a, si Arantza así lo deseara, hablar con Elena.
Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario Donostia